El evento fue organizado por la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, junto a la Facultad de Ciencias Ambientales. Contó con el respaldo de la Dirección de Postgrado UdeC, junto a su proyecto Red Colaborativa para la Internacionalización de Doctorados en Cambio Climático y Recursos Naturales Renovables (Red Clima Rec).

La conferencia “Configuraciones espacio temporales e hipótesis de trabajo acerca de Alexandrium catenella y toxina paralizante en los fiordos y canales chilenos: síntesis de una historia de los últimos 45 años”, fue dictada por el jefe de la División de Investigación en Acuicultura del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Dr. Leonardo Guzmán. El evento se llevó a cabo en el marco de la inauguración del segundo semestre académico de los postgrados de la FCNO.

Organizado por la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, junto a la Facultad de Ciencias Ambientales. Contó con el respaldo de la Dirección de Postgrado UdeC, junto a su proyecto Red Colaborativa para la Internacionalización de Doctorados en Cambio Climático y Recursos Naturales Renovables (Red Clima Rec).

En su conferencia el Dr. Guzmán habló acerca de las principales características y distribución geográfica de la microalga Alexandrium catenella, que es parte de las toxinas lipofílicas con muchos bioensayos falsos positivos, generando un impacto en la salud pública.

Comenzó su ponencia presentando una caracterización geográfica de las principales microalgas que se encuentran en Chile. Tenemos una variedad muy grande de microalgas asociadas a toxinas y que requieren una atención particular, especialmente las toxinas lipofílicas.

¿Por qué Alexandrium catenella? “Todas estas microalgas están asociadas a complejos tóxicos distintos. Yo señalé que todas tienen toxinas distintas: unas tienen toxinas lipofílicas, otras tienen toxinas de tipo paralizante, y hay otra microalga que produce varios tipos de toxina. Por eso es conveniente irlas siguiendo. Hay otra microalga, por ejemplo, que produce un veneno amnésico que también es de riesgo para la salud pública”, explica el Dr. Guzmán.

Factores como la temperatura y la salinidad, la fusión de glaciares y ríos, así como variables oceanográficas y meteorológicas parecen claves para entender el comportamiento de la microalga en el territorio nacional.

El Dr. Guzmán hizo hincapié en los registros que muestran la distribución geográfica de la microalga en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. En este caso, el fenómeno en las tres regiones se da de manera muy diferente.

“Si analizamos el Fitoplancton hablamos de unas 180 especies. Si nos detenemos en la Alexandrium catenella los periodos de mayor riesgo de incremento de la densidad varía en distintas épocas del año. Y esas diferencias se deben a múltiples factores”, explicó el investigador de IFOP durante su ponencia. “En Chile se han registrado niveles altos de 50 mil microgramos y en Argentina se han reportado niveles de hasta 150 mil microgramos”, agregó.

El especialista mostró antecedentes que demuestran que el grueso de la Alexandrium catenella se ha distribuido en la Región de Aysén, y en ese mismo contexto, recalcó que el tiempo en el que los mariscos permanecen con toxinas dependerá de muchos factores. Informes y registros de 2015 a 2016 demuestran que siempre está presente la microalga.

“Siempre esto hay que entenderlo multifactorialmente. En ocasiones uno sabe que hay un factor que gatilla, pero no necesariamente es el que explica. Entonces, siempre hemos visto que la mayor cantidad de luz, la temperatura más alta, están asociadas, pero eso no explica el fenómeno ni es exclusivo”, dice el Dr. Leonardo Guzmán. “Cuando uno observa todas las microalgas, éstas en términos de número no son las más importantes. Por el contrario, siempre son las menos importantes. En número representan menos del 3%. Sin embargo, como tienen toxinas es que generan estas reacciones negativas sobre los productos que uno consume, ya sea si son de consumo interno o si van a los mercados de exportación”, agregó.

La microalga presenta una mayor distribución en verano en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, donde se han registrado 36 casos fatales, la mayoría durante los años 90 y alrededor de 500 personas intoxicadas.

“Si analizamos la definición de floración de microalgas nocivas, vemos que lo nocivo es una percepción del ser humano y es nocivo porque afecta a la salud pública y actividades productivas. Entonces, desde esa perspectiva es importante porque hay que proteger la salud pública y hay que mitigar los efectos que produce sobre el entorno social y económico. Por otro lado, las microalgas también son importantes porque son constituyentes del ecosistema y tienen un rol clave dentro de los ensambles que están integrando. Por lo tanto, las miradas son de distintas perspectivas, del interés particular del ser humano como también de la comprensión de los ecosistemas que integran estas microalgas y que nos permiten entender cómo funcionan”, finalizó el Dr. Guzmán.