El exalumno UdeC dictó una clase magistral a biólogos marinos en formación, que cursan las asignaturas de Acuicultura, Cultivo de peces y Piscicultura de la carrera de Biología Marina de la Universidad de Concepción. El evento telemático fue parte de un ciclo de cincos charlas testimoniales de biólogos marinos destacados a estudiantes de la carrera de Biología Marina UdeC.
Dionisio Faulbaum hizo una detallada cronología acerca de su experiencia en el área y de los diversos cargos que ocupó en su vida científica y política, traspasando con ello un testimonio valioso a los estudiantes en formación de la carrera de Biología Marina UdeC.
Durante su ponencia, el ex alumno UdeC recordó la construcción de la Federación de Pescadores Artesanales de Chiloé por un proyecto de agricultura de algas gracilarias en Ancud, que contó con fondos de organismos internacionales. Aquella iniciativa fue una de las tantas que le permitieron tener un contacto directo con las comunidades, aportando a su desarrollo a través de los conocimientos adquiridos en la Universidad de Concepción.
“Era un recurso limitado, pero pudimos levantar una organización con más de 25 sindicatos de pescadores, campesinos, más de 500 familias, beneficiando a miles de personas. Para cada organización, solicitamos una porción de mar concesionado. Iniciamos el cultivo de algas y el líder e impulsor de esto fue don Aurelio Aguayo. Este proyecto incluyó no sólo la instalación de la granja, sino también la capacitación y esa fue la mejor herramienta con la que contamos”, recordó Dionisio Faulbaum.
Según Faulbaum, eso fue lo más gratificante, ya que pudieron enseñarle a la comunidad de pescadores toda la riqueza de la vida submarina que había en el lugar, producto de las corrientes marinas. A partir de ese momento dejaron de ver el mar como una porción de agua salada. Esas personas cambiaron su visión respecto de su entorno en un tiempo en que no se hablaba de “conciencia ambiental”. Las comunidades de pescadores comenzaron a visualizar y comprender la fragilidad del ecosistema marino que era su fuente de ingresos.
Recordó la asignatura de Evolución donde junto al profesor Juan Carlos Ortiz, en ese tiempo, leyeron el libro “El origen de las Especies”, de Charles Darwin. Dicho libro, dejó una huella profunda en él, al igual que el sello que dejó la Universidad de Concepción durante toda su formación. Para Dionisio, lo aprendido forma parte del “desarrollo libre del espíritu” y constituye uno de los bagajes universitarios más importantes de la Universidad de Concepción.
“Somos biólogos marinos y dedicamos nuestra vida a una disciplina que es parte de la biología y que estudia los seres vivos que habitan en el medio marino. Somos biólogos marinos, y como tal, somos especialmente formados en el pensamiento crítico. Estamos preparados para asumir las más inverosímiles tareas, desde describir un biotipo, clasificar una especie, hacer una evaluación ambiental, producir alimento de materias primas para el ser humano, calcular una balsa, hacer analítica, preparar un presupuesto, administrar un servicio público, escribir un texto o incluso aprender a confeccionar el inventario de un centro de cultivo”.
Para el expositor, la profesión del biólogo marino es muy importante y no debe verse solo desde la creencia de la crianza de especies acuáticas, vegetales o animales, sino como una profesión que, desde la comprensión de la vida se le pide que reproduzca una especie, para el beneficio de las personas. Solo de esa manera se evita el daño al medioambiente o a las relaciones humanas, asociadas a la actividad productiva. Solo así se puede ser consciente de las alteraciones que se producen en la vida de las comunidades y su entorno.
Dionisio Faulbaum fue diputado de la República de Chile por el Distrito N°58, que agrupa a las comunas de Castro, Ancud, Quemchi, Dalcahue, Curaco de Vélez, Quinchao, Puqueldón, Chonchi, Queilén, Hualaihué, Futaleufú y Palena, entre los años 1990 y 1994.
Entre sus numerosas responsabilidades e iniciativas emprendidas en el contexto de su carrera política, participó activamente en el proyecto de la Ley de Pesca, el primero tras la dictadura. “Me siento muy satisfecho de ese trabajo, ya que fue posible incorporar ciertos conceptos de biología, como por ejemplo, el concepto de conservación, que no estaba incluido en el texto original”, señaló.
Esta clase magistral fue parte de un exitoso ciclo de charlas de destacados biólogos marinos a estudiantes de las asignaturas de Acuicultura, Cultivo de peces y Piscicultura, que imparte el académico del Departamento de Oceanografía UdeC, Dr. Ariel Valenzuela.
“Este año académico se ha caracterizado por el distanciamiento social, lo que nos ha impedido el habitual contacto con los alumnos. Sin embargo, estas mismas problemáticas nos han abierto posibilidades. Por una parte, que exalumnos de nuestra carrera, que están distantes físicamente, nos hayan podido mostrar que en realidad están cerca de su Alma Mater, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido. Por otra parte, este modo telemático ha revitalizado esta cadena de fraternidad con nuestras alumnas y alumnos, fomentando la unión de la experiencia y sabiduría de los exalumnos con la fuerza joven de nuestras alumnas y alumnos en formación”, dijo tras el exitoso ciclo, el gestor de esta iniciativa, Dr. Ariel Valenzuela Saldías. “Ha sido un ciclo enriquecedor para todos, de alguna manera se ha hecho carne la frase ‘La Universidad está siempre abierta a los cuatro puntos cardinales de la cultura y el espíritu y solo cerrada para aquellos que se manifiesten reacios al cumplimiento de sus deberes o propugnan un obcecado dogmatismo’, que dijera el profesor Rolando Merino Reyes”, finalizó.