“Desarrollo de alimentos funcionales para adultos mayores, enriquecidos con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LCPUFAS) de la familia ω-3, derivados de microalgas” es el nombre del proyecto FONDEF IdeA en Dos Etapas cód. ID14I10312, dirigido por la Dra. Patricia Gómez, que tuvo su cierre con un seminario dirigido a especialistas y empresarios del área.
El programa del evento, que se llevó a cabo en el auditorio Incuba Emprendo UdeC de la Vicerrectoría de Investigación, comenzó con las palabras de bienvenida de la Directora del Proyecto, Dra. Patricia Gómez, quien luego dictó la ponencia “Microalgas como fuentes de ácidos grasos omega-3 para alimentación humana”.
“Como este es un proyecto FONDEF en dos etapas, esta fue la primera etapa. Entonces ahora podemos postular a una segunda etapa si quisiéramos escalar esto. Pero lo que nosotros pretendemos hacer es mejorar algunas de las etapas que requieren alguna optimización. Por ejemplo, mejorar el proceso extractivo y el proceso de cultivo. Generar cultivos por mayor densidad y evaluar también el microencapsulado, para ver cómo se comporta en el sistema digestivo. Eso se puede hacer con sistemas in vitro. Evaluar si efectivamente al consumir este microencapsulado se libera el ácido graso en el sistema digestivo en forma activa”, dijo la directora del proyecto, Dra. Patricia Gómez. “Lo que queremos ahora es encontrar socios, que nos aporten para la segunda etapa del proyecto que requiere un aporte de empresas”, agregó.
Luego fue el turno de la presentación “Microencapsulación de aceite de microalgas para la formulación de alimentos funcionales”, a cargo de la Dra. Cristina Vergara, de la Fundación Fraunhofer Chile.
El objetivo del trabajo realizado por Dra. Cristina Vergara, de la Fundación Fraunhofer Chile se concentró en estabilizar el extracto de microalgas (extracto lipídico) a través de la microencapsulación, por secado por atomización, donde seleccionaron dos agentes encapsulantes de naturaleza distinta.
“Los dos se encapsularon muy bien en cuanto a la eficiencia de la encapsulación, la recuperación del aceite a la estabilidad en el polvo. Sin embargo cuando nosotros agregamos uno con el almidón modificado al alimento, como el alimento es líquido, liberó todo inmediatamente. Entonces, por ejemplo el yogurt, sabía a microalgas, porque la característica de esa partícula era muy soluble. Sin embargo, la otra que hicimos con Inulina se comportó de una manera totalmente diferente y tuvo un control de la liberación. Por esto lo agregamos al yogurt, lo dispersamos y probablemente los usuarios notaron algún cambio de color, pero el sabor se mantuvo un poco más bajo y empezamos a sentir el sabor a microalga un poco más lento en el tiempo”, describe la Dra. Cristina Vergara.
La microencapsulación es una técnica mediante la cual compuestos activos, sólidos, líquidos o gaseosos (antioxidantes, sabores, bactericidas, etc.) se introducen en una matriz o sistema pared de naturaleza polimérica con el fin de proteger los activos del medioambiente, de su interacción con otros componentes del alimento o bien para controlar su liberación.
Y finalmente se presentó “Formación de alimentos funcionales enriquecidos en ácidos grasos omega-3 para el adulto mayor”, junto al Dr. Alfonso Valenzuela del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile.
El producto fue probado en 50 adultos mayores: 20 hombres sobre los 65 años y 30 mujeres sobre 60. Todos usuarios que se atienden en el INTA de la Universidad de Chile y que habitualmente participan de este tipo de estudios.
“Yo le agradezco a Patricia que haya llegado a mi Laboratorio a proponerme esto, porque es lo que andaba buscando para el desarrollo de productos para la Tercera Edad. Esto hoy día existe en el mundo, lo que pasa es que nosotros estamos muy atrasados en esto. Existen una serie de productos en el mercado para la alimentación infantil, pero no para la Tercera Edad. Las estadísticas así lo indican: la mortalidad por enfermedades neurodegenerativas en el país se ha disparado”, señaló el Dr. Valenzuela.
El proyecto fue financiado FONDEF Conicyt y se realizó en asociación con la Fundación Fraunhofer Chile y con el (INTA) de la Universidad de Chile.